Nacido en 1982 en la parte francesa de Suiza, Grégoire Morel es un pintor establecido en Bilbao y que trabaja como medico en su pais de origen.

 

Su taller se encuentra en lo que era la antigua fábrica de “Galletas Artiach”, en la Isla de Zorrozaurre, desde donde puede observar y ver con detenimiento toda la estética post-industrial que impera en las fachadas de los alrededores.

 

Antes de llegar a Bilbao desarrollo su actividad artística en un taller en el Raval de Barcelona durante 3 años

 

Tras haberse centrado en la pintura figurativa expresiva, en una primera etapa, cambio su enfoque hacia la pintura abstracta, dando paso a la pintura abstracta, donde priorizó la textura y el color buscando en su conjunto una expresión universal de las emociones.

Piel Urbana / un processo creativo

 

Es aproposito de un tejido conectivo que recubre la superficie de las fachadas y carreteras de las zonas antiguamente industriales cuyo aspecto se han modificado y erosionado por obra del tiempo, sea de betun, asfalto, cal, vidrio, hierro, o madera,...

 

Asi se forman en una evolucion perpetuas cicatrices, rasguños y tatuajes, tanto por la actividad humana a lo largo de su historia como por el irresistible impulso de la vegetacion que retoma sus derechos tras el abandono de esos lugares.

 

Con esta premisa de circunstancias cambiantes es la erosión quien se convierte en una fuerza de creación que consigue alterar los objetos, liberándoles de sus funciones iniciales y abriendo el camino a vastos campos de metamorfosis, creando así nuevos ángulos de visión, verdaderamente inspiradores.

 

Todo esto provoca que el simple hecho de pasear por las orillas de la Isla de Zorrotzaurre sea como estar dentro de un museo. Como me resultaba especialmente difícil el hecho de animar a la gente a que se adentrará a ver «fachadas en ruinas», como si se tratase de una exposición al aire libre realizada por el mismísimo azar, me surgió la idea de plasmar aquellas experiencias y vibraciones que me habían transmitido aquellas fachadas, dando luz a lo que estaba viendo y reproduciendo algunos de los diferentes patrones y estampados que me llamaron especialmente la atención.

 

Mis cuadros son un testimonio o mas bien una muestra del proceso tan complejo que sigue perpetuandose allí un dia tras otro a lo largo del tiempo.

 

Para plasmar todas estas texturas, uso una técnica mixta tanto con material de pintura clásica como con materias industriales con el objeto de recrear la riqueza de texturas tan peculiares en este medio ambiente.